VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE UN AUTO TRACCIÓN DELANTERA
En la actualidad, la mayoría de los coches son de tracción delantera, es decir, las ruedas delanteras son las que hacen que el coche se mueva. Es una solución muy válida y extendida que tiene muy buenos motivos.

Antes de ver las ventajas e inconvenientes de un coche
con tracción delantera, echemos la vista atrás; el primero que se dio cuenta de
que es bueno en una tracción delantera fue André Citroën, quien, en los años 40
del siglo pasado, dilapidó toda su fortuna en crear el Traction Avant –además
de en fiestas y diversos actos lúdicos, todo sea dicho-. Se trata de un coche
que revolucionó el mundo y puso la simiente para los coches actuales, en los
que desde un utilitario como el Renault Clío hasta
una berlina de representación como el Volvo S90 son
de tracción delantera.
Las ventajas de la tracción delantera son tan grandes que han supuesto un nuevo tipo de coches. Antes, la mayoría de los coches tenían el motor delante, la dirección en las ruedas delanteras y, mediante un árbol de transmisión, llegaba la potencia del motor a las ruedas traseras. Si os dais cuenta, hay muchas piezas ahí para fabricar y ensamblar. Con la tracción delantera, el ahorro de costes es la primera ventaja. Con todo en un bloque, eliminamos el árbol de transmisión, palieres y demás elementos mecánicos y lo condensamos en un motor con embrague y caja de cambios y salida directa a las ruedas delanteras.
Espacio, seguridad y ahorro
Al eliminar el cardan o árbol de transmisión, quitamos el túnel de transmisión y, con ello, conseguimos espacio. Sí, el aprovechamiento y la disponibilidad de espacio es otra de las ventajas de un coche con tracción delantera. Esto permite que los pasajeros de las plazas traseras vayan más cómodos e, incluso, haya modelos que ofrezcan el piso completamente plano. Y, no menos importante, baja el centro de gravedad y mejora la estabilidad.
Sobre todo, ventajas en la tracción delantera
Cuando la tracción es en las ruedas delanteras, lo más
probable es que sean éstas las que derrapen y, al hablar de seguridad, un coche
con tracción delantera es más fácil de controlar. Si derrapan al arrancar, el
coche seguirá recto con casi total seguridad y eso es fácil de manejar, sólo
hay que dejar de acelerar con tanto ímpetu. Si, en marcha, nos derrapan las
ruedas delanteras en una curva, el instinto natural nos hará levantar el pie
del acelerador y, con ello y la mayoría de las veces, solucionaremos el
problema.
Pero no todo son ventajas, hay algunos inconvenientes que,
os lo decimos por adelantado, no logran empañar el gran acierto que es un coche
con tracción delantera. Por ejemplo, tradicionalmente no se han llevado bien
con las prestaciones deportivas. Al acelerar, el peso recae en el tren trasero
y eso aligera el delantero y, por ende, pierde capacidad de tracción. Pero, hoy
en día, tenemos coches muy potentes con tracción delantera que aceleran muy
bien.
Al tener la dirección y la tracción en el mismo eje, la
dirección no suele ser tan buena como en una tracción trasera. Sólo si somos
muy finos, lo sabremos y lo agradeceremos.
Un aspecto que puede ser el más preocupante es el de la
recuperación de un derrape. Si una tracción delantera derrapa de atrás es
difícil de recuperar, porque esto se consigue acelerando –para dar agarre al
tren trasero- y, como hemos visto antes, la tendencia natural ante el susto es
dejar de acelerar. Por suerte, es raro que llegue a darse esa circunstancia y,
hoy en día, los coches tienen controles electrónicos de tracción y estabilidad.
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